martes, 19 de mayo de 2015

El dolor enceguese, y mucho.
No recuerdo cuándo fue la última vez que afronté un dolor, preferí mantenerlo oculto. Pero todo lo oculto sale a la luz, y cuando no es bien dirigido ocurren cosas malas, cosas que uno lamenta.

Hoy lamento haber herido, lamento haber transmitido mi dolor en otra persona.

Caigo nuevamente, pero ahora más profundo que nunca. Espero salir esta vez, de una vez por todas.